jueves, 25 de diciembre de 2014

EL TIEMPO DE NAVIDAD



(Celebración y prolongación de la Encarnación)

El ciclo litúrgico llamado Tiempo de Navidad, abarca desde el 25 de diciembre, fiesta del Nacimiento del Salvador, hasta el 2 de febrero, fiesta de la Purificación, comprendiendo, por lo tanto cuarenta días. Su objeto es celebrar con transportes de gozo el Nacimiento del Señor, en Belén; su infancia y vida oculta, en Nazareth; y las primeras y solemnes manifestaciones del mismo a los hombres.

Por su objeto y extensión puede dividirse esta temporada, y, en la Liturgia, de hecho se divide, en dos períodos:

a) Período de Navidad, propiamente dicho, que abarca los quince días comprendidos entre esta fiesta y la de Epifanía; y

b) Período de Epifanía, que va hasta el Domingo de Septuagésima.

El 1er. Período es una fiesta no interrumpida en torno a la cuna de Belén, donde la Iglesia contempla y celebra embelesada los encantos y grandezas del Divino Infante, y también las alegrías y excelencias de la Virgen Madre.

El 2° Período ensancha más el horizonte litúrgico y pone de relieve las manifestaciones del Hijo de Dios principalmente en el misterio de la Adoración de los Santos Reyes, en el de su Bautismo, y en su primer milagro, en las bodas de Caná.

Toda esta temporada es de alegría, pero no de una alegría desbordante y triunfal, como la de Pascua de Resurrección, sino reposada y sonriente, cual la que inundó a José y a María en la intimidad de la cuna de Belén.



Navidad 2014 del Papa Francisco


domingo, 16 de noviembre de 2014

MATRIMONIO Y FAMILIA







EL SACRAMENTO DEL MATRIMONIO

1601 "La alianza matrimonial, por la que el varón y la mujer constituyen entre sí un consorcio de toda la vida, ordenado por su misma índole natural al bien de los cónyuges y a la generación y educación de la prole, fue elevada por Cristo Nuestro Señor a la dignidad de sacramento entre bautizados" (CIC can. 1055, §1)

I. El matrimonio en el plan de Dios

1602 La sagrada Escritura se abre con el relato de la creación del hombre y de la mujer a imagen y semejanza de Dios (Gn 1,26- 27) y se cierra con la visión de las "bodas del Cordero" (Ap 19,9; cf. Ap 19, 7). De un extremo a otro la Escritura habla del matrimonio y de su "misterio", de su institución y del sentido que Dios le dio, de su origen y de su fin, de sus realizaciones diversas a lo largo de la historia de la salvación, de sus dificultades nacidas del pecado y de su renovación "en el Señor" (1 Co 7,39) todo ello en la perspectiva de la Nueva Alianza de Cristo y de la Iglesia (cf Ef 5,31-32).

El matrimonio en el orden de la creación

1603 "La íntima comunidad de vida y amor conyugal, está fundada por el Creador y provista de leyes propias. [...] El mismo Dios [...] es el autor del matrimonio" (GS 48,1). La vocación al matrimonio se inscribe en la naturaleza misma del hombre y de la mujer, según salieron de la mano del Creador. El matrimonio no es una institución puramente humana a pesar de las numerosas variaciones que ha podido sufrir a lo largo de los siglos en las diferentes culturas, estructuras sociales y actitudes espirituales. Estas diversidades no deben hacer olvidar sus rasgos comunes y permanente. A pesar de que la dignidad de esta institución no se trasluzca siempre con la misma claridad (cf GS 47,2), existe en todas las culturas un cierto sentido de la grandeza de la unión matrimonial. "La salvación de la persona y de la sociedad humana y cristiana está estrechamente ligada a la prosperidad de la comunidad conyugal y familiar" (GS 47,1).

1604 Dios que ha creado al hombre por amor, lo ha llamado también al amor, vocación fundamental e innata de todo ser humano. Porque el hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios (Gn 1,2), que es Amor (cf 1 Jn 4,8.16). Habiéndolos creado Dios hombre y mujer, el amor mutuo entre ellos se convierte en imagen del amor absoluto e indefectible con que Dios ama al hombre. Este amor es bueno, muy bueno, a los ojos del Creador (cf Gn1,31). Y este amor que Dios bendice es destinado a ser fecundo y a realizarse en la obra común del cuidado de la creación. «Y los bendijo Dios y les dijo: "Sed fecundos y multiplicaos, y llenad la tierra y sometedla"» (Gn 1,28).

1605 La Sagrada escritura afirma que el hombre y la mujer fueron creados el uno para el otro: "No es bueno que el hombre esté solo" (Gn 2, 18). La mujer, "carne de su carne" (cf Gn2, 23), su igual, la criatura más semejante al hombre mismo, le es dada por Dios como una "auxilio" (cf Gn 2, 18), representando así a Dios que es nuestro "auxilio" (cf Sal 121,2). "Por eso deja el hombre a su padre y a su madre y se une a su mujer, y se hacen una sola carne" (cf Gn 2,18-25). Que esto significa una unión indefectible de sus dos vidas, el Señor mismo lo muestra recordando cuál fue "en el principio", el plan del Creador (cf Mt 19, 4): "De manera que ya no son dos sino una sola carne" (Mt 19,6).



VI. La Iglesia doméstica

1655 Cristo quiso nacer y crecer en el seno de la Sagrada Familia de José y de María. La Iglesia no es otra cosa que la "familia de Dios". Desde sus orígenes, el núcleo de la Iglesia estaba a menudo constituido por los que, "con toda su casa", habían llegado a ser creyentes (cf Hch 18,8). Cuando se convertían deseaban también que se salvase "toda su casa" (cf Hch16,31; 11,14). Estas familias convertidas eran islotes de vida cristiana en un mundo no creyente.

1656 En nuestros días, en un mundo frecuentemente extraño e incluso hostil a la fe, las familias creyentes tienen una importancia primordial en cuanto faros de una fe viva e irradiadora. Por eso el Concilio Vaticano II llama a la familia, con una antigua expresión,Ecclesia domestica (LG 11; cf. FC 21). En el seno de la familia, "los padres han de ser para sus hijos los primeros anunciadores de la fe con su palabra y con su ejemplo, y han de fomentar la vocación personal de cada uno y, con especial cuidado, la vocación a la vida consagrada" (LG 11).

1657 Aquí es donde se ejercita de manera privilegiada el sacerdocio bautismal del padre de familia, de la madre, de los hijos, de todos los miembros de la familia, "en la recepción de los sacramentos, en la oración y en la acción de gracias, con el testimonio de una vida santa, con la renuncia y el amor que se traduce en obras" (LG 10). El hogar es así la primera escuela de vida cristiana y "escuela del más rico humanismo" (GS 52,1). Aquí se aprende la paciencia y el gozo del trabajo, el amor fraterno, el perdón generoso, incluso reiterado, y sobre todo el culto divino por medio de la oración y la ofrenda de la propia vida.

1658 Es preciso recordar asimismo a un gran número de personas que permanecen solteras a causa de las concretas condiciones en que deben vivir, a menudo sin haberlo querido ellas mismas. Estas personas se encuentran particularmente cercanas al corazón de Jesús; y, por ello, merecen afecto y solicitud diligentes de la Iglesia, particularmente de sus pastores. Muchas de ellas viven sin familia humana, con frecuencia a causa de condiciones de pobreza. Hay quienes viven su situación según el espíritu de las bienaventuranzas sirviendo a Dios y al prójimo de manera ejemplar. A todas ellas es preciso abrirles las puertas de los hogares, "iglesias domésticas" y las puertas de la gran familia que es la Iglesia. «Nadie se sienta sin familia en este mundo: la Iglesia es casa y familia de todos, especialmente para cuantos están "fatigados y agobiados" (Mt 11,28)» (FC 85).

Camino al encuentro mundial de las familias...


Articulo reeditado 26 de diciembre 2014
http://www.vatican.va/archive/catechism_sp/p2s2c3a7_sp.html



martes, 21 de octubre de 2014

San Juan Pablo II: oración oficial

"Salve, San Juan Pablo Magno, Pontífice bueno y fiel. Tú agradaste al Señor Jesucristo".


Celebramos hoy por primera vez la memoria litúrgica del grandioso Pontífice polaco como santo, luego de que el Papa Francisco lo canonizara hace casi seis meses (junto al Papa Juan XXIII), y de que aprobara su inscripción para este día (aniversario de la inauguración de su Ministerio como Sucesor de Pedro) en el Calendario Romano perpetuo y universal, y la de San Juan XXIII para el 11 de este mismo mes, aniversario de la Apertura del Concilio Vaticano II.
Por eso, este blog "Liturgia Católica, Divino Tesoro", dedicado a San Juan Pablo, le rinde un humilde homenaje en su festividad, publicando la oración oficial que la Santa Sede difundió con motivo de la canonización:



"¡Oh, San Juan Pablo, desde la ventana del Cielo, danos tu bendición!
Bendice a la Iglesia, que tú has amado, servido y guiado, animándola a caminar con coraje por los senderos del mundo, para llevar a Jesús a todos, y a todos a Jesús.
Bendice a los jóvenes, que han sido tu gran pasión. Concédeles volver a soñar y volver a mirar hacia lo alto, para encontrar la luz que ilumina los caminos de la vida en la Tierra.

Bendice las familias, ¡bendice cada familia! Tú advertiste el asalto de Satanás contra esta preciosa e indispensable chispita de Cielo, que Dios encendió sobre la Tierra. San Juan Pablo, con tu oración protege las familias y cada vida que brota en la familia.

Ruega por el mundo entero, todavía marcado por tensiones, guerras e injusticias. Tú te opusiste a la guerra invocando el diálogo y sembrando el amor: ruega por nosotros, para que seamos incansables sembradores de paz.

¡Oh, San Juan Pablo, desde la ventana del Cielo, donde te vemos junto a María, haz descender sobre todos nosotros la bendición de Dios! Amén. "



Angelo, Cardenal Comastri
Vicario General de Su Santidad para la Ciudad del Vaticano.


http://veritasl.blogspot.com.ar/2014/10/san-juan-pablo-ii-oracion-oficial.html

    Foto de la JMJ 2013 (Brasil) dando testimonio como Familia Misionera



Oracion por la familia
Señor, escucha esta familia que te pide la unión para ser testimonio de amor ante un mundo violento y descreído. Ayúdanos para que venciendo el egoísmo y la comodidad, abramos las puertas de nuestra casa y de nuestro corazón a aquel que necesita de nosotros. Haz que nuestras familias sean misioneras y hagan participe de nuestras riquezas materiales y espirituales a las demás familias y que formemos una comunidad viva que manifieste ante el mundo tu verdadero rostro revelado en amor a ti y a nuestros hermanos. Amen. Juan Pablo II




sábado, 4 de octubre de 2014

Cardenal Baldisseri explica cómo será el Sínodo de la Familia



VATICANO, 03 Oct. 14 / 12:17 pm (ACI).- El Cardenal Lorenzo Baldisseri, Secretario General del Sínodo de los Obispos ha ilustrado esta mañana en la Oficina de Prensa de la Santa Sede la forma, los detalles y diversos aspectos de interés del Sínodo de los Obispos sobre la Familia que el Papa Francisco inaugurará con unaMisa el domingo 5 de octubre en San Pedro.

A continuación ha hablado de las características del próximo Sínodo que demuestran la voluntad del Santo Padre de ''emprender un camino sinodal innovador y original, que se articula en dos partes, la primera con esta asamblea extraordinaria: ''Los desafíos pastorales de la familia en el contexto de la evangelización'' y la segunda con la asamblea ordinaria de 2015, que tendrá por objeto: ''La vocación y la misión de la familia en la Iglesia y en el mundo contemporáneo".

Refiriéndose a la fase de preparación, el Cardenal Baldisseri ha señalado que durante ella, ''resonó la voz de todo el pueblo de Dios'' desde los obispos a los fieles laicos que a través del cuestionario adjunto al Documento preparatorio remitido a las Conferencias Episcopales, expresaron sus opiniones en materia.

''El elevado número de respuestas se debe, por un lado, al tema del Sínodo, que afecta a la vida de las comunidades, las familias y los individuos, y tambiénrefleja la preocupación pastoral que los obispos siempre han tenido para con la familia. Por otro lado, la amplitud del material recibido es ciertamente índice de la apertura y la libertad con la que se llevó a cabo la consulta. Esta amplia libertad de expresión también caracteriza a la asamblea sinodal, que sin duda se llevará a cabo en un clima de respeto para cada posición, de caridad mutua y de espíritu constructivo''.

Sobre la metodología, el Purpurado indicó que se ha solicitado a todos los participantes que envíe el tema sobre el que tienen la intención de intervenir, respetando el orden temático. Con eso se ha preparado un documento que permite organizar mejor las intervenciones.

En segundo lugar, durante el debate en el Aula del Sínodo, que tendrá lugar en la primera semana a partir de la segunda congregación general, se seguirá el orden temático del Instrumentum laboris (previo al Sínodo) y cada congregación general se abrirá con el anuncio del tema por el presidente delegado de turno, seguida de la intervención de un matrimonio de auditores, que ofrecerán a los Padres sinodales su testimonio de la vida familiar, contribuyendo así a enriquecer el debate sobre la acción pastoral.

En tercer lugar, la ''Relatio post disceptationem'' al final de la primera semana será la base para los trabajos de la segunda semana en los llamados ''círculos menores", cuando los participantes preparen el Documento final denominado 'Relatio Synodi'' que se entregará al Santo Padre.

Las novedades atañen también a la relación con los medios de comunicación. Cada día habrá una sesión informativa en la Oficina de Prensa de la Santa Sede en colaboración con los encargados de prensa y con la participación de algunos Padres sinodales. El boletín de la Oficina de Prensa contendrá la información del día y estará activa la cuenta de twitter para transmitir en tiempo real la síntesis de las noticias más importantes.

''El trabajo de los padres sinodales –ha concluido– estará acompañado por las oraciones del pueblo de Dios. En Roma, en la capilla de la Salus Populi Romani de la Basílica de Santa María la Mayor, todos los días a las seis de la tarde un obispo o un cardenal celebrará misa por la familia”.

“Y es muy significativa la presencia de las reliquias de los beatos esposos Zélie y Louis Martin, y de su hija, Santa Teresita del Niño Jesús, y la del beato matrimonio Luigi y Maria Beltrame Quattrocchi. En todo el mundo, y especialmente en los santuarios dedicados a la Sagrada Familia, así como en los monasterios, comunidades religiosas, diócesis y parroquias se rezará por el Sínodo''.

El Cardenal ha recordado que entre los 191 Padres sinodales hay 61 cardenales 1 cardenal patriarca, 7 patriarcas, 1 arzobispo mayor, 67 arzobispos metropolitanos 47 obispos, 1 obispo auxiliar, 1 sacerdote prelado y 6 religiosos. A ellos se unen como invitados 16 expertos, 38 auditores y auditoras y 8 delegados fraternos.

También ha destacado que con motivo de esta asamblea centrada en la familia, se ha prestado una especial atención a las parejas casadas, a los padres y madres y a los cabezas de familia, que suman en total 13 parejas.


martes, 30 de septiembre de 2014

Sínodo sobre la Familia


La familia vista como un abrazo ideal, entre el Sínodo extraordinario de octubre 2014 y el Sínodo general del 2015. Un recorrido original que ve implicados e interpelados a todos los componentes eclesiales y más aún. En la elección de la familia, con sus desafíos inéditos y grandes recursos, la Iglesia respira a pleno pulmón, por sí misma y por toda la humanidad.

El evangelio de la familia es la buena noticia del amor divino que es proclamada a todos los que viven esta fundamental experiencia humana personal, de pareja y de comunión abierta al don de los hijos, que es la comunidad familiar. El magisterio de la Iglesia sobre el matrimonio es presentado y ofrecido de forma comunicativa y eficaz, para que toque los corazones y los transforme según la voluntad de Dios manifestada en Cristo Jesús.

miércoles, 13 de agosto de 2014

ORACIÓN DE INVOCACIÓN BENDICIÓN DE HOGARES

Cuanto hace que no invocas la bendición en tu hogar ?
 
" FAMILIA MISIONERA TOTUS TUUS" te invita a realizarla mediante esta oración, puedes también utilizar sacramentales como velas bendecidas, crucifijos y agua bendita...





La Bendición de Dios descienda sobre esta casa y sobre todos los que
viven en ella. Y la gracia del Espíritu Santo santifique a todos.
El Santísimo y dulce nombre de Jesús, en el que está toda la
salvación, derrame copiosamente salud y bendición sobre esta casa y
sobre todos los que viven en ella.

La Santísima Virgen y Madre de Dios, cuide a todos con su materna
protección y libere a todos de los males del alma y del cuerpo.

La poderosa intercesión del bienaventurado San José, dé a nuestros
trabajos prosperidad y muchos méritos a nuestros sufrimientos.

Los ángeles de la guarda protejan a cuantos hay en esta casa de las
asechanzas del maligno enemigo y nos conduzcan a la patria eterna.

Descienda sobre nosotros la bendición de Dios, del + Padre, y del +
Hijo y del + Espíritu Santo y permanezca siempre con nosotros,

Amen.

lunes, 4 de agosto de 2014

TIERRA DE MARIA

La VIRGEN MARIA revoluciono también nuestros corazones damos testimonio de Ella como FAMILIA MISIONERA TOTUS TUUS y los invitamos a ver:

MARY'S LAND - TIERRA DE MARÍA es el nuevo largometraje de INFINITO MÁS UNO, productores de LA ÚLTIMA CIMA...


“Vayan por todo el mundo, anuncien la Buena Noticia a toda la creación”

Mc 16, 15-20



María dijo: Mi alma canta la grandeza del Señor, y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador, porque él miró con bondad la pequeñez de su servidora. En adelante todas las generaciones me llamarán feliz, porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas: ¡su Nombre es santo! Su misericordia se extiende de generación en generación sobre aquellos que lo temen. Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los soberbios de corazón. Derribó a los poderosos de sus tronos, y elevó a los humildes. Colmó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías. Socorrió a Israel, su servidor, acordándose de su misericordia, como lo había prometido a nuestros padres, en favor de Abraham y de su descendencia para siempre.

LC 1, 46-55”


miércoles, 4 de junio de 2014

Papa Francisco cuestiona a los matrimonios que eligen no tener hijos por "cultura del bienestar"

VATICANO, 02 Jun. 14 / 09:42 am (ACI/EWTN Noticias).- Durante la Misamatutina celebrada en la Casa Santa Marta, el Papa Francisco llamó a los matrimonios cristianos a amarse como Cristo ama a su Iglesia, con fidelidad, perseverancia y fecundidad; sin embargo, advirtió que “hay cosas que a Jesús no le gustan”, como aquellos matrimonios que cedieron a la cultura del bienestar y por elección no desean tener hijos.
“Estos matrimonios que no quieren hijos, que quieren permanecer sin fecundidad. Esta cultura del bienestar de hace diez años nos ha convencido: ‘¡Es mejor no tener hijos! ¡Es mejor! Así tú puedes ir de vacaciones a conocer el mundo, puedes tener una casa en el campo, tú estás tranquilo’... Pero quizá sea mejor – más cómodo – tener un perrito, dos gatos, y el amor va a los dos gatos y al perrito. ¿Es verdad o no esto? ¿Lo vieron ustedes? Y al final estematrimonio llega a la vejez en la soledad, con la amargura de la mala soledad. No es fecundo, no hace lo que Jesús hace con su Iglesia: la hace fecunda”, expresó el Papa.

En la Misa con el Papa participaron unas quince parejas con matrimonios desde 25 a 60 años, a quienes recordó que el amor de Jesús “hace fecunda a la Iglesia con nuevos hijos, Bautismos, y la Iglesia crece con esta fecundidad nupcial”.

Según Radio Vaticana, el Papa dijo que en un matrimonio esta fecundidad puede ser a veces puesta a prueba, cuando los hijos no llegan o si están enfermos. En estas pruebas “hay parejas que miran a Jesús y toman fuerza de la fecundidad que Él tiene en su Iglesia”. Mientras, al contrario “hay cosas que a Jesús no le gustan”, o sea los matrimonios estériles por elección.

Jesús, indicó el Santo Padre, tiene tres grandes amores, por el Padre, por su Madre y por la Iglesia. Por esta última tiene un amor “grande”. Es “su esposa: bella, santa, pecadora, pero la ama igualmente”. Y este amor se caracteriza, además de por la fecundidad, también por la fidelidad y la perseverancia.

“Es un amor fiel; es un amor perseverante, jamás se cansa de amar a su Iglesia; es un amor fecundo. ¡Es un amor fiel! ¡Jesús es el fiel! San Pablo, en una de sus Cartas dice: ‘Si confiesas a Cristo, Él te confesará a ti, ante el Padre; si reniegas a Cristo, Él te renegará a ti; si tú no eres fiel a Cristo, Él permanece fiel, ¡porque no puede renegarse a sí mismo!’”.

“La fidelidad es precisamente el ser del amor de Jesús. Y el amor de Jesús en su Iglesia es fiel. Esta fidelidad es como una luz sobre el matrimonio. La fidelidad del amor. Siempre”, expresó el Papa.

Y así como es fiel y fecundo, el amor de Jesús por la Iglesia también es incansable, perseverantes.

“La vida matrimonial debe ser perseverante, debe ser perseverante. Porque de lo contrario el amor no puede ir adelante. La perseverancia en el amor, en los momentos bellos y en los momentos difíciles, cuando hay problemas: problemas con los hijos, problemas económicos, problemas aquí, problemas allá”.

“El amor persevera, va adelante, tratando siempre de resolver las cosas, para salvar a la familia. Perseverantes: el hombre y la mujer se levantan cada mañana, y llevan adelante la familia”, afirmó el Papa Francisco.
NUESTRO TESTIMONIO ES QUE DE TAN SOLO DOS HIJOS MIS PADRES EDUARDO BATTELLO Y MARIA YA TIENEN 8 NIETOS Y PROXIMAMENTE UNO MAS DE CADA HIJO... Y LES DECIMOS QUE ES POSIBLE ORAR EN FAMILIA !!!

viernes, 25 de abril de 2014

BENDICIÓN DE HOGARES

SI SI SI A MISIONAR junto a la Iglesia María Madre de la Divina Gracia
calle Domingo Albariños Esq. Huarpes BºQuintas de Argüello 5147
Córdoba SABADO 26 a las 10HS Junto al Padre Rufino y tres sacerdotes mas...GRACIAS POR LA INVITACIÓN A ESTE FAMILIA MISIONERA !!!
4 SACERDOTES SALIENDO A BENDECIR APROXIMADAMENTE 60 HOGARES POR EL BARRIO, VAMOS JUNTO A OTROS LAICOS Y SUMÁNDONOS la Familia Misionera Totus TUUS PARA DAR GLORIA A JESUS VIVO,RESUCITADO ENTRE NOSOTROS, PARA DAR TESTIMONIO SIENDO OBEDIENTES A NUESTRO SANTO PADRE Y LAS DOCTRINAS DE NUESTRA IGLESIA.




Esto no es todo...[CANONIZACIONES] Dos papas vivos, dos papas santos
el domingo ya con los nuevos SANTOS que tendremos participaremos de esta Fiesta completa de la DIVINA MISERICORDIA CON PROCESIÓN POR EL BARRIO DE LA PARROQUIA SANTA INES EN BARRIO LA FRANCE A LAS 10HS. JUNTO AL PADRE DANIEL GOMEZ
TODOS INVITADOS A VIVIR NUESTRA FE... DIOS LOS BENDIGA !!!


miércoles, 23 de abril de 2014

CRISTO RESUCITO !!!


                                                            Autor: Juan Cabrera
Una de las maneras más rápidas para meterse en dificultades es dedicarse a  hacer el bien.

Pero los problemas se agravan al evangelizar porque quien evangeliza está haciendo el más grande de los bienes: Abrir los ojos al ciego, dar la perla preciosa al pobre, sembrar esperanza a los abatidos, transmitir el amor de Dios a los que se sienten solos.

La misión del evangelizador es mostrar el camino al que se ha extraviado, liberar al cautivo, animar al débil y sanar al herido. El que evangeliza ofrece el mejor regalo: Jesucristo, como Salvador y Señor. Y lo entrega gratuitamente.

Ahora bien, si hacer un bien normal y sencillo causa problemas, hemos de estar preparados para una auténtica batalla cuando evangelicemos.

Con gozo y firmeza, Juan Bautista clamaba: "Este es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo... ¡Cambien sus vidas! El Reino de Dios está cerca". Y por decirlo fue encarcelado. Pero no lo detuvo. Siguió evangelizando desde la prisión hasta que fue decapitado.

Jesús anunciaba de pueblo en pueblo: "El Reino de Dios está cerca", y lo demostró curando a los enfermos. Las autoridades religiosas de Israel se burlaron de Él y lo insultaron. Fue abofeteado, azotado, coronado de espinas, y por fin clavado en una cruz.

Lo mismo le ocurrió a San Pablo por predicar el evangelio a tiempo y destiempo. Sufrió fatigas y cárceles, palizas sin comparación, peligros de muerte, fue azotado cinco veces, tres naufragios, y una noche y un día en el mar. viajes con peligro de ríos, de bandoleros, peligros entre amigos, peligros entre paganos, peligros en la ciudad, peligros en despoblados, peligros con los falsos hermanos; trabajos y fatigas, noches sin dormir, hambre y sed, y frecuentes ayunos, con frío y sin ropa (2Cor. 11,23-27).

¿Parece demasiado? No. Pablo sabía que lo peor que le podía pasar era dejar de evangelizar. A pesar de todo lo que se le oponía, exclamaba: "¡Ay de mí si no evangelizo!"

¡Si proclamar el Evangelio era tan importante para San Pablo, no puede serlo menos para nosotros hoy!

Cuando los primeros cristianos comenzaron a ser perseguidos, oraron así: "Da a tus siervos plena valentía para anunciar tu mensaje" (Hech 4,29). Ellos no pidieron la supresión de los problemas ni la muerte de sus perseguidores. Lo que ellos necesitaban era decisión y valentía para seguir anunciando el evangelio, sin miedo a la cárcel ni a la muerte.

Proclamar que Jesús es "la piedra rechazada" es ganarse el rechazo (Hech. 4,11). Dar testimonio de un salvador crucificado trae consigo la cruz. Predicar virtudes como la humildad, el perdón, la pureza, la pobreza y la justicia es la mejor manera de hacerse antipático. Pero todo esto forma parte de la naturaleza misma de la evangelización.

No hay excusa para no evangelizar. Argumentar que uno es demasiado tímido no es excusa válida. Significa solo que uno está demasiado preocupado por sí mismo. En lugar de eso deberíamos decir: "No me acobardo de anunciar el Evangelio, fuerza de Dios para salvar a todo el que cree" (Rom. 1,16).

Decir que no tenemos tiempo tampoco vale. Porque la verdad es que todos contamos exactamente con el mismo tiempo; la diferencia radica en como lo usamos.

Afirmar: "No estoy preparado, no tengo los conocimientos necesarios", es otra excusa sin razón, ya que así afirmamos lo que debemos hacer para evangelizar. No conocer el plan de salvación, ignorar la verdad y no saber donde encontrar la felicidad es peor que no saber leer ni escribir.

Ninguna excusa es suficiente para liberarnos del deber de evangelizar. "Por tanto, no nos cansemos de hacer el bien, que si no desmayamos, a su tiempo cosecharemos" (Gal. 6,9)

¡Y que cosecha! ¡Nada menos que hombres y mujeres para la vida eterna! A pesar de todos los peligros, persecuciones, rechazos e insultos, a pesar del tiempo empleado, de las críticas y las miradas de la gente, con todo lo que implican el estudio y la preparación, este trabajo tiene que llevarse a cabo. Y solo puede hacerse con la valentía de los mártires y de los santos...
                                                                                                                             

"Dejemos que el estupor gozoso de la Resurreción irradie en nuestros pensamientos, miradas, actitudes, gestos y palabras", indicó el Papa.
Hace tiempo que tenemos nuestro medio de transporte averiado el motor y debido a los altos costos de reparación cuesta afrontar las misiones con los pocos recursos que tenemos, siempre tratamos de cubrirlos de nuestro propios esfuerzos, sin menospreciar esos aportes que algunas veces recibimos.Pero...
¿Parece demasiado?
No. Pablo sabía que lo peor que le podía pasar era dejar de evangelizar. A pesar de todo lo que se le oponía, exclamaba: "¡Ay de mí si no evangelizo!"
Con tus oraciones seguiremos adelante y actualizaremos nuestra pagina para mostrarte por donde seguimos en misión...

viernes, 21 de febrero de 2014

Una fe sin obras no es fe, el Papa el viernes en Santa Marta


2014-02-21 Radio Vaticana


(RV).-“Una fe que no da fruto en las obras no es fe”.


Fue la afirmación con la que el Papa Francisco inició la homilía de la Misa presidida esta mañana en la Casa de Santa Marta. El mundo está lleno de cristianos que recitan demasiado las palabras del Credo y las practican poco. O de eruditos que encasillan la teología en una serie de posibilidades, sin que esa sabiduría tenga luego reflejos concretos en la vida. Es un riesgo que hace dos mil años Santiago había ya temido y que el Papa retomó hoy en su homilía, comentando el pasaje en el que el Apóstol habla de ello en su Epístola. “Su afirmación – observó – es clara: la fe sin fruto en la vida, una fe que no da fruto en las obras, no es fe”:

“También nosotros nos equivocamos muchas veces sobre esto: ‘Pero yo tengo tanta fe’, escuchamos decir. ‘Yo creo todo, todo…’. Y tal vez esta persona que lo dice tiene una vida tibia, débil. Su fe es como una teoría, pero no está viva en su vida. El Apóstol Santiago, cuando habla de fe, habla precisamente de la doctrina, de aquello que es el contenido de la fe. Ustedes pueden conocer todos los mandamientos, todas las profecías, todas las verdades de fe, pero si esto no se pone en práctica, no lleva a las obras, no sirve. Podemos recitar el Credo teóricamente, también sin fe, y hay tantas personas que lo hacen así. ¡También los demonios! Los demonios conocen muy bien aquello que se dice en el Credo y saben que es Verdad”.

Las palabras del Santo Padre resuenan en la aserción de Santiago: “¿Tú crees que hay un solo Dios? Haces bien; también los demonios lo creen y tiemblan”. La diferencia, agregó el Papa, es que los demonios “no tienen fe”, porque “tener fe no es tener un conocimiento”, sino “recibir el mensaje de Dios” traído por Cristo.
En el Evangelio – prosiguió el Pontífice – se encuentran dos signos reveladores de quien “sabe aquello que se debe creer, pero no tiene fe”. El primer signo es la “casuística”, representado por aquellos que preguntaban a Jesús si fuese lícito pagar los impuestos o cual de los siete hermanos del marido habría tenido que casarse con la viuda. El segundo signo es “la ideología”:

“Los cristianos que piensan en la fe como un sistema de ideas, ideológico: existían también en tiempos de Jesús. El Apóstol Juan dice de ellos que son el anticristo, los ideólogos de la fe, de cualquier tipo sean. En aquel tiempo existían los gnósticos, pero habrá tantos otros… Y así, estos que caen en la casuística o aquellos que caen en la ideología son cristianos que conocen la doctrina pero sin fe, como los demonios. Con la diferencia que unos tiemblan, los otros no: viven tranquilos”.

Al contrario, recordó Francisco, en el Evangelio hay también ejemplos de “personas que no conocen la doctrina pero que tienen mucha fe”. El Obispo de Roma citó el episodio de la Cananea, que con su fe consigue la sanación para su hija, víctima de una posesión, y la Samaritana que abre su corazón porque – dijo el Papa “encontró no verdades abstractas”, sino a “Jesucristo”. Y también el ciego sanado por Jesús y que por este motivo es interrogado por los fariseos y los doctores de la Ley hasta que se arrodilla con humildad y adora a quien lo ha sanado. Tres personas que demuestran cómo la fe y el testimonio sean indisolubles:

“La fe lleva siempre al testimonio. La fe es un encuentro con Jesucristo, con Dios, y de allí nace y te lleva al testimonio. Es esto lo que el Apóstol quiere decir: una fe sin obras, una fe que no te involucre, que no te lleve al testimonio, no es fe. Son palabras y nada más que palabras”. (RC-RV)







sábado, 15 de febrero de 2014

El Santo Padre ha recordado que la celebración del matrimonio debe ser “una fiesta, pero una fiesta cristiana y no mundana”



Ciudad del Vaticano, 14 febrero 2014 (VIS).-Diez mil parejas de novios de todo el mundo se han dado cita hoy, festividad de San Valentín, en la Plaza de San Pedro para confrontarse sobre la vocación al matrimonio bajo el lema “La alegría del sí para siempre” y encontrarse con el Papa Francisco. El acontecimiento, organizado por el Pontificio Consejo para la Familia, parte de la perspectiva de que uno no se casa cuando los problemas ya se han resuelto, sino para resolver los problemas juntos y apuesta por el “para siempre”, porque a pesar de que haga falta valor para conseguirlo, el “para siempre”, es un punto de vista que infunde esperanza en el futuro.
El acto ha comenzado a las 11 de la mañana con una serie de testimonios de las parejas, intercalados con lecturas y canciones dedicadas al amor en sus diversas manifestaciones y, a las doce y media el Santo Padre ha entrado en la Plaza para saludar a los novios y responder a tres preguntas planteadas por otras tantas parejas: El miedo al “para siempre”; Vivir juntos, el estilo de la vida matrimonial; y el tipo de celebración del matrimonio.
“Es importante preguntarnos si es posible amarse "para siempre" - ha afirmado el Papa- Hoy en día muchas personas tienen miedo de tomar decisiones definitivas , para toda la vida, porque parece imposible... y esta mentalidad lleva a muchos que se preparan para el matrimonio a decir: "Estamos juntos hasta que nos dure el amor”.... Pero, ¿qué entendemos por " amor "? ¿Sólo un sentimiento, una condición psicofísica? Ciertamente, si es así, no se puede construir encima nada sólido. Pero si el amor es una relación, entonces es una realidad que crece y también podemos decir, a modo de ejemplo, que se construye como una casa. Y la casa se edifica en compañía, ¡no solos!.. No querréis construirla sobre la arena de los sentimientos que van y vienen, sino sobre la roca del amor verdadero, el amor que viene de Dios...La familia nace de este proyecto de amor que quiere crecer como se construye una casa: que sea lugar de afecto, de ayuda, de esperanza...Así como el amor de Dios es estable y para siempre, queremos que el amor en que se asienta la familia también lo sea. No debemos dejarnos vencer por la " cultura de lo provisional". Así que el miedo del “para siempre” se cura día tras día, confiando en el Señor Jesús en una vida que se convierte en un viaje espiritual diario, hecho de pasos, de crecimiento común...Porque el “para siempre” no es solo cuestión de duración. Un matrimonio no se realiza sólo si dura, es importante su calidad. Estar juntos y saberse amar para siempre es el desafío de los esposos cristianos .. . En el Padrenuestro decimos " Danos hoy nuestro pan de cada día”. Los esposos pueden rezar así´: “Señor, danos hoy nuestro amor de todos los días.... enseñanos a querernos”.
Respondiendo a la segunda pregunta, Francisco ha subrayado que “la convivencia es un arte, un camino paciente, hermoso y fascinante... que tiene unas reglas que se pueden resumir en tres palabras: ¿Puedo? Gracias, Perdona. .. ““¿Puedo?” Es la petición amable de entrar en la vida de algún otro con respeto y atención... El verdadero amor no se impone con dureza y agresividad. .. San Francisco decía:... “La cortesía es la hermana de la caridad, que apaga el odio y mantiene el amor" ...Y hoy, en nuestras familias, en nuestro mundo, a menudo violento y arrogante, hace falta mucha cortesía”. "Gracias." La gratitud es un sentimiento importante...¿Sabemos dar las gracias?: En vuestra relación ahora y en vuestra futura vida matrimonial , es importante mantener viva la conciencia de que la otra persona es un don de Dios... y a los dones de Dios se dice “gracias”. No es una palabra amable para usar con los extraños, para ser educados . Hay que saber decirse gracias para caminar juntos” .“Perdona” ... En la vida cometemos muchos errores, nos equivocamos tantas veces. Todos. De ahí la necesidad de utilizar esta palabra tan sencilla " perdona”. En general, cada uno de nosotros está dispuesto a acusar al otro para justificarse. Es un instinto que está en el origen de tantos desastres. Aprendamos a reconocer nuestros errores y a pedir disculpas... También así crece una familia cristiana. Todos sabemos que no existe la familia perfecta, ni el marido o la mujer perfectos. ...Existimos nosotros, los pecadores. Jesús, que nos conoce bien, nos enseña un secreto: que un día no termine nunca sin pedir perdón...sin que la paz vuelva a casa. Si aprendemos a pedir perdón y perdonar a los demás, el matrimonio durará, saldrá adelante””.



Por último, el Santo Padre ha recordado que la celebración del matrimonio debe ser “una fiesta, pero una fiesta cristiana y no mundana” y poniendo como ejemplo el primer milagro de Jesús en las bodas de Caná, cuando transformó el agua en vino porque se había acabado ha dicho:.... “Lo que sucedió en Caná hace dos mil años, sucede en realidad en cada fiesta nupcial. Lo que hará pleno y profundamente verdadero vuestro matrimonio será la presencia del Señor que se revela y nos otorga su gracia. .. Al mismo tiempo, es bueno que vuestro matrimonio sea sobrio y destaque lo que es realmente importante. Algunos están muy preocupados por los signos externos : el banquete... los trajes..., . Estas cosas son importantes en una fiesta, pero sólo si indican el verdadero motivo de vuestra alegría: la bendición de Dios sobre vuestro amor. Haced que como el vino de Caná , los signos externos de vuestra ceremonia revelen la presencia del Señor y recuerden a vosotros y a todos los presentes el origen y la razón de vuestra alegría”.



lunes, 10 de febrero de 2014

Nuestra Señora de Lourdes 11 de Febrero









El 11 de febrero de 1858, en la villa francesa de Lourdes, a orilla del río Gave, Nuestra Madre, Santa María manifestó de manera directa y cercana su profundo amor hacia nosotros, apareciéndose ante una niña de 14 años, llamada Bernadette (Bernardita) Soubirous.

La historia de la aparición empieza cuando Bernardita, quien nació el 7 de enero de 1844, salió, junto a dos amigas, en búsqueda de leña en la Roca de Masabielle. Para ello, tenía que atravesar un pequeño río, pero como Bernardita sufría de asma, no podía meter los pies en agua fría, y las aguas de aquel riachuelo estaban muy heladas. Por eso ella se quedó a un lado del río, mientras las dos compañeras iban a buscar la leña.

Fue en ese momento, que Bernardita experimenta el encuentro con Nuestra Madre, experiencia que sellaría toda su vida, "sentí como un fuerte viento que me obligó a levantar la cabeza. Volví a mirar y vi que las ramas de espinas que rodeaban la gruta de la roca de Masabielle se estaban moviendo. En ese momento apareció en la gruta una bellísima Señora, tan hermosa, que cuando se le ha visto una vez, uno querría morirse con tal de lograr volverla a ver".

"Ella venía toda vestida de blanco, con un cinturón azul, un rosario entre sus dedos y una rosa dorada en cada pie. Me saludó inclinando la cabeza. Yo, creyendo que estaba soñando, me restregué los ojos; pero levantando la vista vi de nuevo a la hermosa Señora que me sonreía y me hacía señas de que me acercara. Pero yo no me atrevía. No es que tuviera miedo, porque cuando uno tiene miedo huye, y yo me hubiera quedado allí mirándola toda la vida. Entonces se me ocurrió rezar y saqué el rosario. Me arrodillé. Vi que la Señora se santiguaba al mismo tiempo que yo lo hacía. Mientras iba pasando las cuentas de la camándula Ella escuchaba las Avemarías sin decir nada, pero pasando también por sus manos las cuentas del rosario. Y cuando yo decía el Gloria al Padre, Ella lo decía también, inclinando un poco la cabeza. Terminando el rosario, me sonrió otra vez y retrocediendo hacia las sombras de la gruta, desapareció".

A los pocos día, la Virgen vuelve a aparecer ante Bernardita en la misma gruta. Sin embargo, al enterarse su madre se disgustó mucho creyendo que su hija estaba inventando cuentos -aunque la verdad es que Bernardita no decía mentiras-, al mismo tiempo algunos pensaban que se trataba de un alma del purgatorio, y a Bernardita le fue prohibido volver a la roca y a la gruta de Masabielle.

A pesar de la prohibición, muchos amigos de Bernardita le pedía que vuelva a la gruta; ante ello, su mamá le dijo que consultara con su padre. El señor Soubiruos, después de pensar y dudar, le permitió volver el 18 de febrero.

Esta vez, Bernardita fue acompañada por varias personas, que con rosarios y agua bendita esperaban aclarar y confirmar lo narrado. Al llegar todos los presentes comenzaron a rezar el rosario; es en ese momento que Nuestra Madre se aparece por tercera vez. Bernardita narra así esta aparición: "Cuando estábamos rezando el tercer misterio, la misma Señora vestida de blanco se hizo presente como la vez anterior. Yo exclamé: 'Ahí está'. Pero los demás no la veían. Entonces una vecina me acercó el agua bendita y yo lancé unas gotas de dicha agua hacia la visión. La Señora se sonrió e hizo la señal de la cruz. Yo le dije: 'Si vienes de parte de Dios, acércate'. Ella dio un paso hacia delante".

Luego, la Virgen le dijo a Bernadette: "Ven aquí durante quince días seguidos". La niña le prometió hacerlo y la Señora le expresó "Yo te prometo que serás muy feliz, no en este mundo, sino en el otro".

Luego de este intenso momento que cubrió a todos los presentes, la noticia de las apariciones se corrió por toda el pueblo, y muchos acudían a la gruta creyendo en el suceso, aunque otros se burlaban.

Entre el 11 de febrero y el 16 de julio de 1858 hubo 18 apariciones. Éstas se caracterizaron por la sobriedad de las palabras de la Virgen, y por la aparición de una fuente de agua que brotó inesperadamente junto al lugar de las apariciones y que desde entonces es un lugar de referencia de innumerables milagros constatados por hombres de ciencia.

Video de Nuestro Testimonio en el Santuario de Nuestra Señora de Lourdes Alta Gracia (Córdoba) 2013 al igual que las fotos de ilustración del mismo año y del 2012 nuestra gran agradecimiento al Padre David y al Padre Ricardo del orden Carmelita.



Inmaculada Señora y Madre mía, por el grande amor que mostrasteis a los hombres, dignándote aparecer en una tosca gruta e instruir a la joven y dichosa Bernardita, os ruego me hagáis merced de alegrar mi corazón con vuestras influencias soberanas. Y así, Señora, como hicisteis brotar en la gruta de Lourdes aquel manantial riquísimo de cristalinas y saludables aguas, para remedio del cuerpo, derramad sobre mi pobre alma las dulcísimas y fértiles aguas de la gracia, que apaguen mi sed por las cosas de la tierra, y limpien mi espíritu para que sea digno de los goces purísimos del cielo. Amén.



miércoles, 5 de febrero de 2014

Se hizo pobre para enriquecernos con su pobreza (cfr. 2 Cor 8, 9)

MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO
PARA LA CUARESMA 2014
Se hizo pobre para enriquecernos con su pobreza (cfr. 2 Cor 8, 9)

Queridos hermanos y hermanas:
Con ocasión de la Cuaresma os propongo algunas reflexiones, a fin de que os sirvan para el camino personal y comunitario de conversión. Comienzo recordando las palabras de san Pablo: «Pues conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, el cual, siendo rico, se hizo pobre por vosotros para enriqueceros con su pobreza» (2 Cor 8, 9). El Apóstol se dirige a los cristianos de Corinto para alentarlos a ser generosos y ayudar a los fieles de Jerusalén que pasan necesidad. ¿Qué nos dicen, a los cristianos de hoy, estas palabras de san Pablo? ¿Qué nos dice hoy, a nosotros, la invitación a la pobreza, a una vida pobre en sentido evangélico?

La gracia de Cristo

Ante todo, nos dicen cuál es el estilo de Dios. Dios no se revela mediante el poder y la riqueza del mundo, sino mediante la debilidad y la pobreza: «Siendo rico, se hizo pobre por vosotros…». Cristo, el Hijo eterno de Dios, igual al Padre en poder y gloria, se hizo pobre; descendió en medio de nosotros, se acercó a cada uno de nosotros; se desnudó, se “vació”, para ser en todo semejante a nosotros (cfr. Flp 2, 7; Heb 4, 15). ¡Qué gran misterio la encarnación de Dios! La razón de todo esto es el amor divino, un amor que es gracia, generosidad, deseo de proximidad, y que no duda en darse y sacrificarse por las criaturas a las que ama. La caridad, el amor es compartir en todo la suerte del amado. El amor nos hace semejantes, crea igualdad, derriba los muros y las distancias. Y Dios hizo esto con nosotros. Jesús, en efecto, «trabajó con manos de hombre, pensó con inteligencia de hombre, obró con voluntad de hombre, amó con corazón de hombre. Nacido de la Virgen María, se hizo verdaderamente uno de nosotros, en todo semejante a nosotros excepto en el pecado» (Conc. Ecum. Vat. II, Const. past. Gaudium et spes, 22).

La finalidad de Jesús al hacerse pobre no es la pobreza en sí misma, sino —dice san Pablo— «...para enriqueceros con su pobreza». No se trata de un juego de palabras ni de una expresión para causar sensación. Al contrario, es una síntesis de la lógica de Dios, la lógica del amor, la lógica de la Encarnación y la Cruz. Dios no hizo caer sobre nosotros la salvación desde lo alto, como la limosna de quien da parte de lo que para él es superfluo con aparente piedad filantrópica. ¡El amor de Cristo no es esto! Cuando Jesús entra en las aguas del Jordán y se hace bautizar por Juan el Bautista, no lo hace porque necesita penitencia, conversión; lo hace para estar en medio de la gente, necesitada de perdón, entre nosotros, pecadores, y cargar con el peso de nuestros pecados. Este es el camino que ha elegido para consolarnos, salvarnos, liberarnos de nuestra miseria. Nos sorprende que el Apóstol diga que fuimos liberados no por medio de la riqueza de Cristo, sino por medio de su pobreza. Y, sin embargo, san Pablo conoce bien la «riqueza insondable de Cristo» (Ef 3, 8), «heredero de todo» (Heb 1, 2).

¿Qué es, pues, esta pobreza con la que Jesús nos libera y nos enriquece? Es precisamente su modo de amarnos, de estar cerca de nosotros, como el buen samaritano que se acerca a ese hombre que todos habían abandonado medio muerto al borde del camino (cfr. Lc 10, 25ss). Lo que nos da verdadera libertad, verdadera salvación y verdadera felicidad es su amor lleno de compasión, de ternura, que quiere compartir con nosotros. La pobreza de Cristo que nos enriquece consiste en el hecho que se hizo carne, cargó con nuestras debilidades y nuestros pecados, comunicándonos la misericordia infinita de Dios. La pobreza de Cristo es la mayor riqueza: la riqueza de Jesús es su confianza ilimitada en Dios Padre, es encomendarse a Él en todo momento, buscando siempre y solamente su voluntad y su gloria. Es rico como lo es un niño que se siente amado por sus padres y los ama, sin dudar ni un instante de su amor y su ternura. La riqueza de Jesús radica en el hecho de ser el Hijo, su relación única con el Padre es la prerrogativa soberana de este Mesías pobre. Cuando Jesús nos invita a tomar su “yugo llevadero”, nos invita a enriquecernos con esta “rica pobreza” y “pobre riqueza” suyas, a compartir con Él su espíritu filial y fraterno, a convertirnos en hijos en el Hijo, hermanos en el Hermano Primogénito (cfr Rom 8, 29).

Se ha dicho que la única verdadera tristeza es no ser santos (L. Bloy); podríamos decir también que hay una única verdadera miseria: no vivir como hijos de Dios y hermanos de Cristo.


Nuestro testimonio

Podríamos pensar que este “camino” de la pobreza fue el de Jesús, mientras que nosotros, que venimos después de Él, podemos salvar el mundo con los medios humanos adecuados. No es así. En toda época y en todo lugar, Dios sigue salvando a los hombres y salvando el mundo mediante la pobreza de Cristo, el cual se hace pobre en los Sacramentos, en la Palabra y en su Iglesia, que es un pueblo de pobres. La riqueza de Dios no puede pasar a través de nuestra riqueza, sino siempre y solamente a través de nuestra pobreza, personal y comunitaria, animada por el Espíritu de Cristo.

A imitación de nuestro Maestro, los cristianos estamos llamados a mirar las miserias de los hermanos, a tocarlas, a hacernos cargo de ellas y a realizar obras concretas a fin de aliviarlas. La miseria no coincide con la pobreza; la miseria es la pobreza sin confianza, sin solidaridad, sin esperanza. Podemos distinguir tres tipos de miseria: la miseria material, la miseria moral y la miseria espiritual. La miseria material es la que habitualmente llamamos pobreza y toca a cuantos viven en una condición que no es digna de la persona humana: privados de sus derechos fundamentales y de los bienes de primera necesidad como la comida, el agua, las condiciones higiénicas, el trabajo, la posibilidad de desarrollo y de crecimiento cultural. Frente a esta miseria la Iglesia ofrece su servicio, su diakonia, para responder a las necesidades y curar estas heridas que desfiguran el rostro de la humanidad. En los pobres y en los últimos vemos el rostro de Cristo; amando y ayudando a los pobres amamos y servimos a Cristo. Nuestros esfuerzos se orientan asimismo a encontrar el modo de que cesen en el mundo las violaciones de la dignidad humana, las discriminaciones y los abusos, que, en tantos casos, son el origen de la miseria. Cuando el poder, el lujo y el dinero se convierten en ídolos, se anteponen a la exigencia de una distribución justa de las riquezas. Por tanto, es necesario que las conciencias se conviertan a la justicia, a la igualdad, a la sobriedad y al compartir.

No es menos preocupante la miseria moral, que consiste en convertirse en esclavos del vicio y del pecado. ¡Cuántas familias viven angustiadas porque alguno de sus miembros —a menudo joven— tiene dependencia del alcohol, las drogas, el juego o la pornografía! ¡Cuántas personas han perdido el sentido de la vida, están privadas de perspectivas para el futuro y han perdido la esperanza! Y cuántas personas se ven obligadas a vivir esta miseria por condiciones sociales injustas, por falta de un trabajo, lo cual les priva de la dignidad que da llevar el pan a casa, por falta de igualdad respecto de los derechos a la educación y la salud. En estos casos la miseria moral bien podría llamarse casi suicidio incipiente. Esta forma de miseria, que también es causa de ruina económica, siempre va unida a la miseria espiritual, que nos golpea cuando nos alejamos de Dios y rechazamos su amor. Si consideramos que no necesitamos a Dios, que en Cristo nos tiende la mano, porque pensamos que nos bastamos a nosotros mismos, nos encaminamos por un camino de fracaso. Dios es el único que verdaderamente salva y libera.

El Evangelio es el verdadero antídoto contra la miseria espiritual: en cada ambiente el cristiano está llamado a llevar el anuncio liberador de que existe el perdón del mal cometido, que Dios es más grande que nuestro pecado y nos ama gratuitamente, siempre, y que estamos hechos para la comunión y para la vida eterna. ¡El Señor nos invita a anunciar con gozo este mensaje de misericordia y de esperanza! Es hermoso experimentar la alegría de extender esta buena nueva, de compartir el tesoro que se nos ha confiado, para consolar los corazones afligidos y dar esperanza a tantos hermanos y hermanas sumidos en el vacío. Se trata de seguir e imitar a Jesús, que fue en busca de los pobres y los pecadores como el pastor con la oveja perdida, y lo hizo lleno de amor. Unidos a Él, podemos abrir con valentía nuevos caminos de evangelización y promoción humana.

Queridos hermanos y hermanas, que este tiempo de Cuaresma encuentre a toda la Iglesia dispuesta y solícita a la hora de testimoniar a cuantos viven en la miseria material, moral y espiritual el mensaje evangélico, que se resume en el anuncio del amor del Padre misericordioso, listo para abrazar en Cristo a cada persona. Podremos hacerlo en la medida en que nos conformemos a Cristo, que se hizo pobre y nos enriqueció con su pobreza. La Cuaresma es un tiempo adecuado para despojarse; y nos hará bien preguntarnos de qué podemos privarnos a fin de ayudar y enriquecer a otros con nuestra pobreza. No olvidemos que la verdadera pobreza duele: no sería válido un despojo sin esta dimensión penitencial. Desconfío de la limosna que no cuesta y no duele.

Que el Espíritu Santo, gracias al cual «[somos] como pobres, pero que enriquecen a muchos; como necesitados, pero poseyéndolo todo» (2 Cor 6, 10), sostenga nuestros propósitos y fortalezca en nosotros la atención y la responsabilidad ante la miseria humana, para que seamos misericordiosos y agentes de misericordia. Con este deseo, aseguro mi oración por todos los creyentes. Que cada comunidad eclesial recorra provechosamente el camino cuaresmal. Os pido que recéis por mí. Que el Señor os bendiga y la Virgen os guarde.

Vaticano, 26 de diciembre de 2013

Fiesta de San Esteban, diácono y protomártir



FRANCISCO




http://www.vatican.va/holy_father/francesco/messages/lent/documents/papa-francesco_20131226_messaggio-quaresima2014_sp.html

Nuestro testimonio

Los cristianos estamos llamados a mirar las miserias de los hermanos, a tocarlas, a hacernos cargo de ellas y a realizar obras concretas a fin de aliviarlas.
La Cuaresma es un tiempo adecuado para despojarse; y nos hará bien preguntarnos de qué podemos privarnos a fin de ayudar y enriquecer a otros con nuestra pobreza
En los pobres y en los últimos vemos el rostro de Cristo; amando y ayudando a los pobres amamos y servimos a Cristo.